Què cony estic esperant?
dimecres, d’abril 26, 2006
dilluns, d’abril 17, 2006
diumenge, d’abril 09, 2006
Abraçades
Els ulls li brillaven:a les mans, impacients i tremoloses, aquelles abraçades que li havia promès des de l'hemisferi austral. Després de la llarga espera,a la fi entenia el seu significat, un significat que anava més enllà de la capçalera, de les pàgines d'un llibre: unes paraules només per a ell, unes abraçades només per a ell...La mirada se li humitejà...
EL MUNDO
Un hombre del pueblo de Neguá, en la costa de Colombia, pudo subir al alto cielo.
A la vuelta, contó. Dijo que había contemplado, desde allá arriba, la vida humana. Y dijo que somos un mar de fueguitos.
—El mundo es eso —reveló—. Un montón de gente, un mar de fueguitos.
Cada persona brilla con luz propia entre todas las demás.
No hay dos fuegos iguales. Hay fuegos grandes y fuegos chicos y fuegos de todos los colores. Hay gente de fuego sereno, que ni se entera del viento, y gente de fuego loco, que llena el aire de chispas. Algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman; pero otros arden la vida con tantas ganas que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se acerca, se enciende.
El libro de los abrazos, Eduardo Galeano
Algú ho va veure:
aquell dia de fred siberià,
mentre s'apagava el sol,
ens vam encendre
EL MUNDO
Un hombre del pueblo de Neguá, en la costa de Colombia, pudo subir al alto cielo.
A la vuelta, contó. Dijo que había contemplado, desde allá arriba, la vida humana. Y dijo que somos un mar de fueguitos.
—El mundo es eso —reveló—. Un montón de gente, un mar de fueguitos.
Cada persona brilla con luz propia entre todas las demás.
No hay dos fuegos iguales. Hay fuegos grandes y fuegos chicos y fuegos de todos los colores. Hay gente de fuego sereno, que ni se entera del viento, y gente de fuego loco, que llena el aire de chispas. Algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman; pero otros arden la vida con tantas ganas que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se acerca, se enciende.
El libro de los abrazos, Eduardo Galeano
Algú ho va veure:
aquell dia de fred siberià,
mentre s'apagava el sol,
ens vam encendre